miércoles, 19 de junio de 2013

martes, 18 de junio de 2013

¿A dónde va el 15M? Viento en las velas del movimiento - Juan Carlos Monedero

 


A todas y todos los que han visto empeorar sus condiciones de vida en estos dos años. A los que han perdido la vida desesperados por la ruina de estos dos años (años acumulados a los anteriores). A los que ven con amargura que al nos has fallado de Zapatero le ha sucedido un insultante os he mentido de Rajoy. Sabemos que aún no estamos a la altura.Pero las fuerzas se van acumulando. Nada de lo que pasa va al olvido.

 La recuperación del coraje democrático

 El 15M es, sin duda, lo mejor que le ha pasado a la democracia desde que se murió Franco.  Si no parece mucho, será porque tampoco hemos ganado mucho desde que salimos de la dictadura. O será que lo que ganamos lo hemos perdido con la misma vertiginosidad. El que mira siempre está lleno de los propios reflejos.

 El 15M es la devolución -con acuse de recibo- a los partidos de la izquierda y también a los sindicatos de la orden de abandonar las calles que dieron en 1977, cuando, con ocasión de los mentirosos Pactos de la Moncloa, nos dijeron que volviéramos al trabajo y a las aulas para que nos consintieran la democracia. El 15M es la devolución a los partidos de la derecha de la orden histórica de interiorizar la ausencia de alternativas a lo existente, para volver a resignarnos como en la larga noche del franquismo o como en el turnismo del siglo XIX. Es también la devolución a Europa de la orden de asumir una Constitución demediada y a un rey socializado en el Palacio del Pardo y en la frivolidad, devolverles a los burócratas europeos el sentimiento de inferioridad sembrado en nuestro país y la exigencia de una inserción en la economía comunitaria que pasa por perpetuarnos como los camareros y los cuidadores de los pudientes y jubilados del continente. Es la devolución a la patronal de sus órdenes de irnos a trabajar a Laponia o a poner copas a Londres, de la pretensión de empresarios sobrados de recuperar el derecho sobre nuestras vidas y, ya de paso, de nuestros cuerpos. De devolver su exigencia de que la enseñanza sea un negocio financiado por todos donde paguemos por lograr en el futuro un trabajo basura y, además, donde nos lobotomicen la capacidad crítica con incienso y, si es menester, alguna que otra hostia. Es la devolución a la iglesia y a la monarquía de la confianza que nunca se ganaron, de su privilegio anclado en tradiciones arcaicas, de su abuso ideológico y de su terrorismo intelectual, de su negación, en suma,  a aceptar que los tiempos reclaman un Estado laico y republicano donde la ciudadanía se haga cargo de las riendas de su futuro político -sin dioses, reyes ni tribunos-, malbaratado por unas cúpulas que repitieron demasiado pronto las mañas que dijeron venir a solventar.

sábado, 15 de junio de 2013

El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión - Juan Carlos Monedero

 
 
La obra de Juan Carlos Monedero “El Gobierno de las Palabras” invita a un abierto debate sobre el devenir de la política en sociedades como la nuestra en pleno proceso de transformación. Escrita en una prosa rebelde, la contundencia de sus argumentos nos sitúa en la cotidiana resolución de los problemas y tensiones entre el Estado, los movimientos sociales y las definiciones políticas, a las que nos vemos sometidos quienes hemos decidido participar activamente en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y de iguales.
Juan Carlos, desde una perspectiva libertaria, desnuda la trampa de la gobernanza que nos quiere imponer el gran capital. Pero su crítica-alerta es también para quienes intentan construir lo nuevo sin reflexionar sobre los viejos arquetipos que dieron origen a la propia política del cambio. En ese sentido “El Gobierno de las Palabras” no es un manual, sino un compañero de viaje para todo aquel que quiera dar su aporte al cambio social que demandan nuestros pueblos a inicios del siglo XXI.
Pero es imposible hablar de una obra sin mencionar a su autor. Toda revolución tiene sus héroes de otras latitudes que expresan en carne viva la vigencia y potencia del internacionalismo militante. Cuando se escriba de manera pausada la historia de estas últimas décadas en Venezuela, Juan Carlos Monedero será considerado, sin duda alguna, como el español de la revolución venezolana. Desde hace años está acompañándonos, haciendo suya nuestra causa, involucrándose en el trabajo de formación, en los debates y la preservación de la crítica pública revolucionaria como signo distintivo de la revolución Bolivariana. En estos últimos siete años ha contribuido en la construcción del espacio más importante que tiene la revolución venezolana para albergar y sostener el aliento al pensamiento crítico: el Centro Internacional Miranda (CIM).
Hoy precisamente desde ese espacio institucional singular, publicamos un nuevo trabajo del académico, el militante y el soñador quien ha decidido abrazar como suyo el destino de los hijos e hijas de Bolívar.
Luis Bonilla-Molina
Caracas, Noviembre de 2011